Es difícil elegir, pero podría señalar la fecha 7 y 8 de julio de este año.
¿La razón? Fue una noche que parecía de esas cotidianas y aburridas, de las que te hartas y solo quieres ir a dormir. Sin embargo, mis amigos dijeron ir a pasar un rato escuchando música y jugando verdad o reto, nos pusimos a escuchar reguetón y responder las preguntas, aunque avanzó lento, fue una buena manera de conocer un poco más el punto de vista de cada uno. La noche parecía ya acabar a eso de la 1 de la mañana, esto porque 7 caía domingo, así que era preciso ir a dormir.
Al final solo quedamos dos, mi persona y la suerte me sonrió, cuando la otra persona era el chico que me gusta hace mucho. Ya habíamos pasado un poco más de tiempo solos, por lo que conocía un poco más mis gustos sobre la música, así como yo lo suyos. Cualquiera creería nos iríamos —hasta yo— , pero en lugar de ello, me dijo pusiera mi música, lo bueno es que a él igual le gusta. Al inicio lo hice, luego fue él mostrándome sus canciones favoritas de mi banda favorita. Hablamos de muchas, realmente muchas cosas, entre situaciones y sentimientos, lo que me hizo conocerle un poco más a fondo y terminar más encantada de él. No fue hasta las casi 5 de la mañana, que nos percatamos que ya era tarde y debíamos despertar temprano, y entre "vámonos" y "ya es tarde", ya iban a dar las 6.
Esa noche-madrugada, para mí fue fantástica, hace mucho que no me desvelaba y menos sentirme tan a gusto hablando con alguien, de este año, ESA ha sido la noche que más feliz me he sentido.