Dicen que entre el dicho y el hecho hay un largo trecho. ¿Confías en la palabra de una persona o necesitas hechos que demuestren lo que dice?
En mi caso, depende de la persona y el grado de confianza que le tenga. Si hablamos de alguien que situación tras situación supo hacer valer su palabra, entonces no necesito de los hechos. Ya tengo más que claro que puedo confiar sin pedir más explicaciones o pruebas.