Siento que lo que más cambio mi perspectiva o visión de la vida fue darme cuenta que lo poco que vivimos no debería ser desperdiciado con gente que no vale la pena. Mucha gente viene a dejarnos enseñanzas y vivencias, ya sean malas o buenas, pero no por eso siento necesario mantener la gente negativa en mi vida. Si siento que no conectamos y hay energía negativa, prefiero simplemente dejar todo ahí porque no me gustaría “desperdiciar” tiempo con personas que no me suman, cuando podría usarlo con gente que si me hace bien a mi día a día.