Dead Poets Society (1989), dirigida por Peter Weir, es una película inspiradora que sigue la historia de un grupo de jóvenes alumnos de un instituto estricto. Se centra en la narrativa de perseguir tus sueños y la importancia de la individualidad. Ellos, influenciados por su profesor de literatura, John Keating (Robin Williams), los alienta a pensar por sí mismos y "aprovechar el día". La película explora el conflicto entre la conformidad y la libertad, destacando el poder de la poesía y la creatividad, es un retrato emotivo sobre la búsqueda de la identidad y el impacto del arte en nuestras vidas.