Un pajarito me dijo que conociste a alguien ayer; por una parte me hace verdaderamente feliz verte bien, pero por otro lado me temo que ese no es el anónimo... Están usurpando mi nombre.
Así que ahora me siento muy triste, creo que me iré a llorar un poco. Te adoro y lo haré siempre, pero creo que es momento de ceder mi lugar.
Un placer haber unido nuestros caminos, en alguna otra vida nuestras manos se entrelazarán por fin y podré decirte mi nombre.
Hasta entonces, adiós...

EH ¿QUÉ TAL ME SALIÓ ESA ACTUACIÓN?