Lo cotidiano. Una conversación con amigos, el cielo en un día específico, las personas al pasar, flores al caer y al brotar. Creo fielmente, por muy cliché que pueda llegar a sonar, en la belleza que se encuentra escondida en las pequeñas cosas. Aparentemente insignificantes, sólo quien se detiene a observar, puede apreciarlas. Las hojitas que empiezan a brotar una vez que termina el invierno.

Es mi mayor secreto, shhh.

Sueño con recurrencia que soy acosada y perseguida por callejones oscuros, en lugares diminutos y asfixiantes, o a plena luz del día en el bullicio de una calle transitada, sin poder emitir una sola palabra o sonido para alertar a las personas que parecen no percatarse de mi presencia. También hay un joven que veo repetitivamente en sueños más tranquilos, solo desde una esquina. Me despierta cuando el sueño parece volverse oscuridad.

Bienvenida, Tequeña. El café que he preparado para ti me muestra que hay un montón de incógnitas e incertidumbres, pero insiste en la frase “todo va a estar bien.” Porque realmente lo estará, sólo debes confiar en tu intuición y en tus decisiones. Vas a estar bien. Tu amuleto de la suerte: Una concha de mar.

Muy gracioso de tu parte, casi lo creo. Podrías ser comediante.

Ay. Qué bonita eres, muchas gracias. !!
Me dio vergüenza.

Creo que sería algo como un thriller psicológico y melancólico, donde los temas del luto, la pérdida, la soledad y el amor se entrelazan como caras de una misma moneda. No se me viene ninguna a la mente, en realidad.

Cuatro meses después, pero espero que sea de ayuda. A tu naturaleza, que suele ser soñadora y a veces un poco ensimismada, el café le aconseja canalizar esta energía hacia una planificación que te permita crear bases sólidas para tus proyectos. Veo que tienes muchas metas y es tiempo de aterrizarlas. Es momento de dejar de lado cualquier indecisión y establecer una visión clara de lo que quieres, e ir por ello. Amuleto: Té de hierbabuena en las mañanas, con una pizca de miel.

Te taño muchísimo, aparece y te lo leo.

Tres meses después llega este humilde gracias, perdóname la vida.

Te abo, Timazo.

Probablemente a mi año sabático de reconexión conmigo misma, después de mucho tiempo de ser mi propia verdugo. Suena muy “Eat, Pray, Love” pero fue más bien doloroso y reconfortante.

Hay algo en específico sobre lo cual tengo opiniones que pueden sonar controvertidas, pero guardo recelo en compartirlo.

Oh, hay mil cosas dándome vueltas en la mente. Tengo Mercurio en Géminis (explicación científica). Pero no es muy interesante de hablar, en su mayoría son relacionados a la vida adulta.

Definitivamente, Moulin Rouge.